Las partes de nuestro cuerpo que se ven más afectadas por la flacidez, son: abdomen, glúteos, muslos y brazos, e inclusive el rostro, que también se ve afectado por la disminución en la producción de colágeno y elastina.
Lo que provoca que la piel se vuelva flácida puede ser varios factores:
Edad.
Cambios bruscos y constantes de peso.
Exposición al sol, incluyendo las camas de bronceado.
Predisposición genética.
Sedentarismo.
Mala alimentación: la carencia de proteínas (carnes y huevos), y el abuso de comidas ricas en grasas, azúcar y harinas, propician la aparición de flacidez.
Menopausia: el descenso de los estrógenos favorece el almacenamiento de grasa en varias partes del cuerpo.
La alimentación desequilibrada, abundante en grasas, azúcares y harinas.
Con lipocavitación puedes disminuir la flacidez logrando una piel mas firme, tensa en cada sesión. El proceso consiste en la generación controlada y repetida de microburbujas de vacío en el interior de un líquido, fluido o material fisiológico, seguido de su propia implosión.
Este tratamiento logra romper las difíciles estructuras de los depósitos grasos localizados en zonas que ni con dietas o ejercicio ni masajes han podido solucionar, por lo cual ademas de comprimir los tejidos disminuyendo la flacidez, bajarás de talla.
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